• Lucas 23:27

    Lo seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres, las cuales lloraban y se lamentaban por él.

  • Lucas 23:28

    Pero Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: — Hijas de Jerusalén, no lloren por mí sino lloren por ustedes mismas y por sus hijos.

  • Lucas 23:29

    Porque he aquí vendrán días en que dirán: “Bienaventuradas las estériles, los vientres que no concibieron y los pechos que no criaron”.

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