• Malaquías 2:10

    ¿Acaso no tenemos todos un mismo Padre? ¿No nos ha creado el único Dios? Entonces, ¿por qué traicionamos cada uno a su hermano y profanamos el pacto de nuestros padres?

  • Malaquías 2:11

    Judá ha traicionado, y en Israel y en Jerusalén se ha cometido abominación. Porque Judá ha profanado el santuario del SEÑOR que él ama y se ha desposado con la hija de un dios extraño.

  • Malaquías 2:12

    El SEÑOR eliminará de las moradas de Jacob al hombre que haga esto, al que da testimonio y al que responde, y al que presenta la ofrenda al SEÑOR de los Ejércitos.

  • Malaquías 2:13

    “Y esto han hecho de nuevo: Cubren el altar del SEÑOR con lágrimas, con llanto y con suspiros porque ya no miro las ofrendas ni las acepto con gusto de la mano de ustedes.

  • Malaquías 2:14

    Y dicen: ‘¿Por qué?’. Porque el SEÑOR ha sido testigo entre ti y la mujer de tu juventud, a la cual has traicionado, a pesar de ser ella tu compañera y la mujer de tu pacto.

  • Malaquías 2:15

    ¿Acaso el Único no hizo el cuerpo y el espíritu de ella?. ¿Y qué es lo que demanda el Único? ¡Una descendencia consagrada a Dios!”. Guarden, pues, su espíritu y no traicionen a la mujer de su juventud.

  • Malaquías 2:16

    “Porque yo aborrezco el divorcio”, ha dicho el SEÑOR Dios de Israel, “y al que cubre su manto de violencia”. El SEÑOR de los Ejércitos ha dicho: “Guarden, pues, su espíritu y no cometan traición”.

  • Malaquías 2:17

    Ustedes cansan al SEÑOR con sus palabras y dicen: “¿En qué lo cansamos?”. En que dicen: “Cualquiera que hace lo malo es bueno ante los ojos del SEÑOR y de los tales se agrada” o “¿Dónde está el Dios de la justicia?”.

Continúa después de la publicidad