• Marco 14:35

    Pasando un poco adelante, se postraba en tierra y oraba que de ser posible, pasase de él aquella hora.

  • Marco 14:36

    Decía: — ¡Abba, Padre, todo es posible para ti! ¡Aparta de mí esta copa! Pero no lo que yo quiero, sino lo que tú quieres.

  • Marco 14:37

    Volvió y los halló durmiendo, y le dijo a Pedro: — Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una sola hora?

  • Marco 14:38

    Velen y oren, para que no entren en tentación. El espíritu, a la verdad, está dispuesto pero la carne es débil.

  • Marco 14:39

    De nuevo se apartó y oró diciendo las mismas palabras.

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