• Mateo 12:9

    Partió de allí y fue a la sinagoga de ellos.

  • Mateo 12:10

    Y he aquí había un hombre que tenía la mano paralizada; y para acusar a Jesús, le preguntaron diciendo: — ¿Es lícito sanar en sábado?

  • Mateo 12:11

    Pero él les dijo: — ¿Qué hombre hay entre ustedes que tenga una oveja, y que si esta cae en un pozo en sábado, no le echará mano y la sacará?

  • Mateo 12:12

    Pues, ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! De manera que es lícito hacer bien en sábado.

  • Mateo 12:13

    Entonces dijo a aquel hombre: — Extiende tu mano. Él la extendió, y su mano fue restaurada sana como la otra.

  • Mateo 12:14

    Pero saliendo los fariseos, tomaron consejo contra él, cómo destruirlo.

  • Mateo 12:15

    Como Jesús lo supo, se apartó de allí. Lo siguió mucha gente, y a todos los sanó.

  • Mateo 12:16

    Y les mandó rigurosamente que no lo dieran a conocer,

  • Mateo 12:17

    para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías, que dijo:

  • Mateo 12:18

    He aquí mi siervo, a quien he escogido; mi amado, en quien se complace mi alma. Pondré mi Espíritu sobre él, y anunciará juicio a las naciones.

  • Mateo 12:19

    No contenderá, ni dará voces; ni oirá nadie su voz en las plazas.

  • Mateo 12:20

    La caña cascada no quebrará, y la mecha que humea no apagará, hasta que saque a triunfo el juicio.

  • Mateo 12:21

    Y en su nombre las naciones pondrán su esperanza.

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