• Mateo 22:23

    Aquel día se le acercaron unos saduceos, quienes dicen que no hay resurrección, y le preguntaron diciendo:

  • Mateo 22:24

    — Maestro, Moisés dijo: Si alguno muere sin tener hijos, su hermano se casará con su mujer y levantará descendencia a su hermano.

  • Mateo 22:25

    Había, pues, siete hermanos entre nosotros. El primero tomó mujer y murió y, como no tenía descendencia, dejó su mujer a su hermano.

  • Mateo 22:26

    De la misma manera sucedió también con el segundo y el tercero, hasta los siete.

  • Mateo 22:27

    Después de todos, murió también la mujer.

  • Mateo 22:28

    En la resurrección, puesto que todos la tuvieron, ¿de cuál de los siete será mujer?

  • Mateo 22:29

    Entonces respondió Jesús y les dijo: — Están equivocados porque no conocen las Escrituras, ni tampoco el poder de Dios;

  • Mateo 22:30

    porque en la resurrección no se casan ni se dan en casamiento sino que son como los ángeles que están en el cielo.

  • Mateo 22:31

    Y acerca de la resurrección de los muertos, ¿no han leído lo que les fue dicho por Dios?

  • Mateo 22:32

    Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.

  • Mateo 22:33

    Al oír esto, las multitudes estaban atónitas de su doctrina.

  • Mateo 22:34

    Entonces los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se reunieron de común acuerdo.

  • Mateo 22:35

    Uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó para probarle:

  • Mateo 22:36

    — Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley?

  • Mateo 22:37

    Jesús le dijo: — Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente.

  • Mateo 22:38

    Este es el grande y el primer mandamiento.

  • Mateo 22:39

    Y el segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

  • Mateo 22:40

    De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.

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