• Mateo 22:34

    Entonces los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se reunieron de común acuerdo.

  • Mateo 22:35

    Uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó para probarle:

  • Mateo 22:36

    — Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley?

  • Mateo 22:37

    Jesús le dijo: — Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente.

  • Mateo 22:38

    Este es el grande y el primer mandamiento.

  • Mateo 22:39

    Y el segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

  • Mateo 22:40

    De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.

  • Mateo 22:41

    Habiéndose reunido los fariseos, Jesús les preguntó

  • Mateo 22:42

    diciendo: — ¿Qué piensan acerca del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: — De David.

  • Mateo 22:43

    Él les dijo: — Entonces, ¿cómo es que David, mediante el Espíritu, le llama “Señor”? Pues dice:

  • Mateo 22:44

    Dijo el Señor a mi Señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies”.

  • Mateo 22:45

    Pues, si David le llama “Señor”, ¿cómo es su hijo?

  • Mateo 22:46

    Nadie le podía responder palabra, ni nadie se atrevió desde aquel día a preguntarle más.

Continúa después de la publicidad