• Mateo 9:9

    Pasando de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado en el lugar de los tributos públicos, y le dijo: “¡ Sígueme!”. Y él se levantó y lo siguió.

  • Mateo 9:10

    Sucedió que, estando Jesús sentado a la mesa en casa, he aquí muchos publicanos y pecadores que habían venido estaban sentados a la mesa con Jesús y sus discípulos.

  • Mateo 9:11

    Y cuando los fariseos lo vieron, decían a sus discípulos: — ¿Por qué come su maestro con los publicanos y pecadores?

  • Mateo 9:12

    Al oírlo, Jesús les dijo: — Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos.

  • Mateo 9:13

    Vayan, pues, y aprendan qué significa: Misericordia quiero y no sacrificio. Porque yo no he venido para llamar a justos, sino a pecadores.

  • Mateo 9:14

    Entonces los discípulos de Juan fueron a Jesús y dijeron: — ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos frecuentemente pero tus discípulos no ayunan?

  • Mateo 9:15

    Jesús les dijo: — ¿Pueden tener luto los que están de bodas mientras el novio está con ellos? Pero vendrán días cuando el novio les será quitado, y entonces ayunarán.

  • Mateo 9:16

    Nadie pone parche de tela nueva en vestido viejo, porque el parche tira del vestido y la rotura se hace peor.

  • Mateo 9:17

    Tampoco echan vino nuevo en odres viejos, porque los odres se rompen, el vino se derrama y los odres se echan a perder. Más bien, echan vino nuevo en odres nuevos, y ambos se conservan.

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