• Proverbios 1:8

    Escucha, hijo mío, la disciplina de tu padre y no abandones la instrucción de tu madre;

  • Proverbios 1:9

    porque diadema de gracia serán a tu cabeza y collares a tu cuello.

  • Proverbios 1:10

    Hijo mío, si los pecadores te quisieran persuadir, no lo consientas.

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