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El rey ama al de corazón puro, y el que tiene gracia de labios será su amigo.
             
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Los ojos del SEÑOR custodian el conocimiento, pero él arruina las cosas de los traicioneros.
             
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Dice el perezoso: “¡Afuera hay un león! ¡En medio de la calle seré descuartizado!”.
             
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Fosa profunda es la boca de la mujer extraña; aquel contra quien el SEÑOR está airado caerá en ella.
             
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La insensatez está ligada al corazón del joven, pero la vara de la disciplina la hará alejarse de él.
             
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El que para enriquecerse explota al pobre o da al rico, ciertamente vendrá a pobreza. 
             
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Inclina tu oído y escucha las palabras de los sabios; dispón tu corazón a mi conocimiento.
             
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Porque es cosa placentera que las guardes en tu corazón, y que a la vez se afirmen en tus labios.
             
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Para que tu confianza esté en el SEÑOR te las hago saber hoy también a ti.
             
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¿Acaso no he escrito para ti treinta dichos de consejos y conocimiento?
             
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Son para darte a conocer la certidumbre de las palabras de verdad, a fin de que puedas responder palabras de verdad a los que te envían. 
             
            
    
    
    
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