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Inclina tu oído y escucha las palabras de los sabios; dispón tu corazón a mi conocimiento.
             
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Porque es cosa placentera que las guardes en tu corazón, y que a la vez se afirmen en tus labios.
             
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Para que tu confianza esté en el SEÑOR te las hago saber hoy también a ti.
             
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¿Acaso no he escrito para ti treinta dichos de consejos y conocimiento?
             
            
    
    
    
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