• Proverbios 23:26

    Dame, hijo mío, tu corazón, y observen tus ojos mis caminos.

  • Proverbios 23:27

    Porque fosa profunda es la prostituta; pozo angosto es la mujer extraña.

  • Proverbios 23:28

    También ella acecha como asaltante, y multiplica entre los hombres a los traicioneros.

  • Proverbios 23:29

    ¿Para quién será el ay? ¿Para quién será el dolor? ¿Para quién serán las rencillas? ¿Para quién los quejidos? ¿Para quién las heridas gratuitas? ¿Para quién lo enrojecido de los ojos?

  • Proverbios 23:30

    Para los que se detienen mucho sobre el vino; para los que se lo pasan probando el vino mezclado.

  • Proverbios 23:31

    No mires el vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa, cuando entra suavemente.

  • Proverbios 23:32

    Al fin muerde como serpiente y envenena como víbora.

  • Proverbios 23:33

    Tus ojos mirarán cosas extrañas y tu corazón hablará perversidades.

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