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Te guiarán cuando camines; te guardarán cuando te acuestes y hablarán contigo cuando te despiertes.
             
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Porque el mandamiento es antorcha y la instrucción es luz. Y las reprensiones de la disciplina son camino de vida.
             
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Te guardarán de la mala mujer, de la suavidad de lengua de la extraña.
             
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En tu corazón no codicies su hermosura ni te prenda ella con sus ojos;
             
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porque por una prostituta el hombre es reducido a un bocado de pan, y la mujer ajena caza una vida valiosa.
             
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¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que se quemen sus vestidos?
             
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¿Andará el hombre sobre las brasas sin que se le quemen los pies?
             
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Así sucede con el que se enreda con la mujer de su prójimo; no quedará impune ninguno que la toque.
             
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¿Acaso no desprecian al ladrón, aunque robe para saciar su apetito cuando tiene hambre,
             
            
    
    
    
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