- 
                
                
Dice en su corazón: “Dios se ha olvidado. Ha ocultado su rostro; nunca lo verá”.
             
                    - 
                
                
¡Levántate, oh SEÑOR Dios; alza tu mano! No te olvides de los pobres.
             
                    - 
                
                
¿Por qué desprecia el impío a Dios? En su corazón piensa que tú no lo llamarás a cuenta.
             
            
    
    
    
            Continúa después de la publicidad