- 
                
                
Compasivo y clemente es el SEÑOR, lento para la ira y grande en misericordia.
             
                    - 
                
                
No contenderá para siempre ni para siempre guardará el enojo.
             
                    - 
                
                
No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.
             
                    - 
                
                
Pues como la altura de los cielos sobre la tierra, así ha engrandecido su misericordia sobre los que le temen.
             
                    - 
                
                
Tan lejos como está el oriente del occidente así hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
             
                    - 
                
                
Como el padre se compadece de los hijos, así se compadece el SEÑOR de los que le temen.
             
                    - 
                
                
Porque él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo.
             
                    - 
                
                
El hombre, como la hierba son sus días: Florece como la flor del campo
             
                    - 
                
                
que, cuando pasa el viento, perece y su lugar no la vuelve a conocer.
             
                    - 
                
                
Pero la misericordia del SEÑOR es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen; y su justicia sobre los hijos de sus hijos,
             
                    - 
                
                
sobre los que guardan su pacto y se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.
             
                    - 
                
                
El SEÑOR estableció en los cielos su trono, y su reino domina sobre todo.
             
            
    
    
    
            Continúa después de la publicidad