- 
                
                
Salmo de David. Oh SEÑOR, escucha mi oración; atiende mis ruegos. Respóndeme por tu fidelidad, por tu justicia.
             
                    - 
                
                
No entres en juicio con tu siervo porque no se justificará delante de ti ningún viviente.
             
                    - 
                
                
Porque el enemigo ha perseguido mi alma; ha postrado en tierra mi vida, me ha hecho habitar en lugares tenebrosos como los muertos de antaño.
             
                    - 
                
                
Mi espíritu desmaya dentro de mí; mi corazón queda asombrado.
             
            
    
    
    
            Continúa después de la publicidad