• Salmo 18:32

    Dios es el que me ciñe de vigor y hace perfecto mi camino.

  • Salmo 18:33

    Hace que mis pies sean ágiles como los del venado, y me mantiene firme sobre mis alturas.

  • Salmo 18:34

    Adiestra mis manos para la batalla; así mis brazos pueden tensar el arco de bronce.

  • Salmo 18:35

    Me has dado el escudo de tu salvación; tu mano derecha me ha sustentado, y tu condescendencia me ha engrandecido.

  • Salmo 18:36

    Tú has ensanchado mis pasos debajo de mí para que no tiemblen mis tobillos.

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