• Salmo 18:38

    Los golpeé, y no pudieron levantarse; cayeron debajo de mis pies.

  • Salmo 18:39

    Me ceñiste de poder para la batalla; doblegaste a mis enemigos debajo de mí.

  • Salmo 18:40

    Hiciste que mis enemigos me dieran las espaldas, y destruí a los que me aborrecían.

  • Salmo 18:41

    Clamaron pero no hubo quien los salvara. Clamaron al SEÑOR pero él no les respondió.

  • Salmo 18:42

    Los desmenucé como polvo ante el viento; los deshice como lodo de la calle.

  • Salmo 18:43

    Tú me libraste de las contiendas del pueblo y me pusiste como jefe de las naciones. Aun los pueblos que yo no conocía me sirvieron.

  • Salmo 18:44

    Apenas oían de mí, me rendían obediencia. Los hijos de los extranjeros me adulaban.

  • Salmo 18:45

    Los hijos de los extranjeros se desvanecían y salían temblando de sus escondrijos.

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