• Salmo 25:2

    ¡Dios mío, en ti confío! No sea yo avergonzado. No triunfen sobre mí mis enemigos.

  • Salmo 25:3

    Ciertamente ninguno de los que confían en ti será avergonzado. Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.

Continúa después de la publicidad