• Salmo 27:1

    Salmo de David. El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿de quién me he de atemorizar?

  • Salmo 27:2

    Cuando se acercaron a mí los malhechores, mis adversarios y mis enemigos para devorar mis carnes, tropezaron y cayeron.

  • Salmo 27:3

    Aunque acampe un ejército contra mí, mi corazón no temerá. Aunque contra mí se levante guerra, aun así estaré confiado.

  • Salmo 27:4

    Una cosa he pedido al SEÑOR; esta buscaré: que more yo en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR y para inquirir en su templo.

  • Salmo 27:5

    Porque en su enramada me esconderá en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su tabernáculo; me pondrá en alto sobre una roca.

  • Salmo 27:6

    Ahora levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, y en su tabernáculo ofreceré sacrificios de júbilo. Cantaré y entonaré salmos al SEÑOR.

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