- 
                
                
Enséñame, oh SEÑOR, tu camino; guíame por sendas de rectitud a causa de los que me son contrarios.
             
                    - 
                
                
No me entregues a la voluntad de mis adversarios, porque contra mí se han levantado testigos falsos que respiran violencia.
             
            
    
    
    
            Continúa después de la publicidad