- 
                
                
Pues en ti, oh SEÑOR, he esperado; tú responderás, oh SEÑOR, Dios mío.
             
                    - 
                
                
Porque dije: “No sea que se alegren de mí y, cuando resbale mi pie, se enaltezcan sobre mí”.
             
                    - 
                
                
Porque yo estoy a punto de caer, y mi dolor está delante de mí continuamente.
             
                    - 
                
                
Por eso confesaré mi iniquidad; me acongojaré por mi pecado.
             
                    - 
                
                
Porque mis enemigos están vivos y fuertes; se han aumentado los que me aborrecen sin motivo.
             
                    - 
                
                
Los que pagan mal por bien me son hostiles por seguir yo lo bueno.
             
                    - 
                
                
No me desampares, oh SEÑOR. Dios mío, no te alejes de mí;
             
                    - 
                
                
apresúrate a socorrerme, oh Señor, salvación mía. 
             
            
    
    
    
            Continúa después de la publicidad