• Salmo 38:9

    Oh Señor, delante de ti están todos mis deseos, y mi gemido no te es oculto.

  • Salmo 38:10

    Mi corazón palpita fuertemente, y mi vigor me ha abandonado. Aun la luz de mis ojos ya no está conmigo.

  • Salmo 38:11

    Mis amigos y compañeros se han apartado de mi plaga; mis parientes se han mantenido alejados.

Continúa después de la publicidad