- 
                
                
Entraré en tu templo con holocaustos; te pagaré mis votos
             
                    - 
                
                
que pronunciaron mis labios y que mi boca prometió cuando yo estaba angustiado.
             
                    - 
                
                
Te ofreceré holocaustos de animales engordados, con incienso de carneros. Sacrificaré toros y machos cabríos. Selah
             
                    - 
                
                
Vengan; oigan, todos los que temen a Dios, y contaré lo que ha hecho por mi vida.
             
                    - 
                
                
A él invoqué con mi boca y con mi lengua lo ensalcé.
             
                    - 
                
                
Si en mi corazón yo hubiera consentido la iniquidad el Señor no me habría escuchado.
             
                    - 
                
                
¡Pero de veras Dios me ha escuchado! Él atendió a la voz de mi oración.
             
                    - 
                
                
¡Bendito sea Dios, que no echó de sí mi oración ni de mí su misericordia! 
             
            
    
    
    
            Continúa después de la publicidad