• Salmo 92:8

    Pero tú, oh SEÑOR, para siempre eres el Altísimo.

  • Salmo 92:9

    Porque he aquí tus enemigos, oh SEÑOR; porque he aquí, tus enemigos perecerán. Serán dispersados todos los que hacen iniquidad.

  • Salmo 92:10

    Pero tú enaltecerás mi poder como el de un toro salvaje, y sobre mí verterás aceite fresco.

  • Salmo 92:11

    Mis ojos mirarán sobre mis enemigos; mis oídos oirán de los malhechores que se levantaron contra mí.

  • Salmo 92:12

    El justo florecerá como la palmera; crecerá alto como el cedro en el Líbano.

  • Salmo 92:13

    Plantados estarán en la casa del SEÑOR; florecerán en los atrios de nuestro Dios.

  • Salmo 92:14

    Aun en la vejez fructificarán. Estarán llenos de savia y frondosos

  • Salmo 92:15

    para anunciar que el SEÑOR, mi roca, es recto y que en él no hay injusticia.

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