Pero él rehusó, y dijo: No comeré. Pero sus siervos, junto con la mujer, lo obligaron; y él escuchó la voz de ellos. Así que se levantó de la tierra y se sentó en la cama.

Sus sirvientes, junto con la mujer, lo obligaron, es decir, trabajaron para persuadirlo con sus importunidades y súplicas, y finalmente lo lograron.

Así que se levantó de la tierra y se sentó en la cama, es decir, en el diván.

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