Pero el ángel del Señor dijo a Elías tisbita: Levántate y sube a recibir a los mensajeros del rey de Samaria, y diles: ¿No es porque no hay un Dios en Israel, que vais a consultar a Baalzebub, el dios de Ecrón?

El ángel del Señor - no un ángel, sino el ángel que llevaba todas las comunicaciones entre el Dios invisible y su pueblo elegido. Este ángel comisionó a Elías para que se encontrara con los mensajeros del rey, para detenerlos perentoriamente en la encomienda idolátrica, y transmitir por ellos al rey la información de su próxima muerte. Esta consulta a un ídolo, al ser una violación de la ley fundamental del reino  (Éxodo 20:3; Deuteronomio 5:7), era un rechazo atrevido y deliberado de la religión nacional. El Señor, al hacer este anuncio de su muerte, quiso que viera en ese acontecimiento un juicio por su idolatría.

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