Hay ciertos judíos a quienes has puesto sobre los asuntos de la provincia de Babilonia, Sadrac, Mesac y Abed-nego; estos hombres, oh rey, no te han mirado; no sirven a tus dioses, ni adoran la estatua de oro que tú has levantado.

Hay ciertos judíos a quienes has puesto sobre los asuntos de la provincia de Babilonia, lo que implica que los altos honores que les concedió el rey agravaron grandemente por la ingratitud el crimen de su desobediencia.

No sirven a tus dioses, no sólo a la imagen de oro, sino tampoco a ninguno de los dioses de Nabucodonosor.

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