Por mucha pereza se deteriora el edificio; y por la ociosidad de las manos se derrumba la casa.

Por mucha pereza. Hebreo, dual: Por doble pereza: o, pereza con ambas manos.

El edificio, literalmente, la unión de las vigas; a saber, el reino, el edificio del estado.

Ociosidad de las manos.

La casa se derrumba: por no reparar el techo a tiempo, la lluvia se filtra.

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