Entonces tomó Amán la ropa y el caballo, y vistió a Mardoqueo, y lo llevó a caballo por la plaza de la ciudad, y pregonó delante de él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey.

Entonces tomó Amán... Este revés repentino, por muy doloroso que sea para el ser humano como individuo, es particularmente característico de las costumbres persas.

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