Por tanto, los judíos de las aldeas, que habitaban en las ciudades sin murallas, hicieron del día catorce del mes de Adar un día de alegría y de fiesta, y un día bueno, y de enviarse porciones unos a otros.

Un día de... festejo... y de enviarse porciones unos a otros. Los príncipes y el pueblo de Oriente no sólo invitan a sus amigos a los banquetes, sino que tienen la costumbre de enviar una parte del banquete a los que no pueden asistir, especialmente a sus parientes, y a los que están detenidos en casa en un estado de pena o angustia.

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