Y Jehová dijo a Moisés: Entra a Faraón; porque yo he endurecido su corazón, y el corazón de sus siervos, para mostrar estas mis señales delante de él:

Muestra estas mis señales... Los pecadores, incluso los de la peor clase, han de ser amonestados, aunque haya poca esperanza de enmienda; y por eso, esos milagros sorprendentes que llevaban una demostración tan clara y concluyente del ser y del carácter del Dios verdadero, se realizaron en series prolongadas ante el Faraón, para dejarle sin excusa, cuando el juicio se ejecutara finalmente.

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