Y Moisés subió al monte, y una nube cubrió el monte.

Moisés subió al monte. La cima del monte estaba cubierta por una nube oscura que, con la gloria resplandeciente, la shejiná, en medio de ella, simbolizaba la presencia divina en la cima del monte, como después en el santo de los santos. En un lugar elevado, en las faldas de esa nube mística, Moisés permaneció por espacio de seis días, un período de prueba para su fe, humildad y paciencia; y si, bajo el impulso de una voluntad propia orgullosa e impaciente, hubiera roto todas las restricciones, como hizo después Saúl ( 1 Samuel 15:1 ),habría traicionado una falta de dependencia devota y sumisa de Dios, que habría indicado una falta de preparación para la gran obra que había sido elegido para realizar.

Pero permaneció firme, inamovible en una actitud de paciente espera hasta que llegara el momento de Dios; y finalmente fue llamado х bªyowm ( H3117 ) hashªbiy`iy ( H7637 )] en el séptimo día, habiendo elegido Dios el día de reposo para el comienzo de la gloriosa revelación, con el fin de darle mayor honor e inspirar al pueblo con una reverencia más profunda por esa sagrada institución (cf. Apocalipsis 1:18 ).

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