Génesis 26:2-5

Y se le apareció el SEÑOR, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré:

Y el Señor se le apareció. Esta fue la primera comunicación divina hecha a Isaac personalmente. Se había anunciado previamente a Abraham que Isaac sería su único heredero; y ahora que, a la muerte de su padre, había heredado la herencia patrimonial, iba a recibir también una renovación de la promesa divina que garantizaba bendiciones especiales de valor inestimable para él y su posteridad.

El pacto que asegura estas bendiciones se originó enteramente en la gracia divina; pero se suspendió con la condición de que Abraham anduviera delante de Dios y fuera perfecto ( Génesis 17:1 ):Y puesto que,  en virtud a la gracia que le había permitido alcanzar una extraordinaria fuerza de fe, había cumplido plenamente esa condición mediante una obediencia honrada con la más firme expresión de la aprobación divina, Isaac, su hijo, tenía ahora la seguridad de que el pacto surtiría efecto progresivamente, siendo esta seguridad doblemente segura para él por una referencia al juramento hecho a Abraham ( Génesis 22:16 ).

La primera entrega de esta promesa fue la posesión de Canaán, aquí designada como "todas estas tierras", de sus numerosas subdivisiones entre las pequeñas tribus que entonces ocupaban la tierra ( Génesis 15:19-21 ); y ante la perspectiva de esta tenencia promisoria de la tierra, a Isaac se le prohibió dejarla.La prohibición fue dictada, sin duda, por una sabiduría infalible; y aunque sea imposible penetrar en todos los fundamentos de la misma, una de las razones surgió, con toda probabilidad, del carácter personal de Isaac, que era un hombre de fe más débil que Abraham, y que, en consecuencia, habría sido menos capaz de resistir la tentación de un asentamiento permanente en aquel fértil país.

En todo caso, ahora que el pacto con Abraham tenía que ser ejecutado, a la familia elegida no se le permitió en adelante ir a Egipto, excepto con la sanción especial y bajo la superintendencia inmediata de una Providencia dominante.