Porque tu siervo se hizo fiador del muchacho a mi padre, diciendo: Si no te lo trajere, yo seré culpable ante mi padre para siempre.

Tu siervo se hizo fiador del muchacho ante mi padre. Al dirigirse a los superiores, los hebreos acostumbraban a llamarse siervos. "Tu siervo", en este pasaje, significa yo; y de ahí que el adjetivo pronominal, mi padre, aparezca en la última parte del mismo. El comportamiento de José no debe considerarse desde un punto único, o en partes separadas, sino como un todo: el desarrollo de un plan bien pensado, elaborado y estrechamente conectado; y aunque algunos rasgos del mismo exhiben ciertamente una apariencia de dureza, sin embargo el principio dominante de su conducta fue la bondad real, genuina y fraternal.

Leído bajo esta luz, el relato de los procedimientos describe la continua aunque secreta persecución de un fin; y José descubre, en su gestión del plan, un orden muy elevado de intelecto, un corazón cálido y susceptible, unido a un juicio que ejercía un completo control sobre sus sentimientos, una feliz invención en la concepción de los medios para la consecución de sus fines, y una inflexible adherencia al curso, aunque doloroso, que la prudencia requería.

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