Y no había pan en toda la tierra; porque el hambre era muy fuerte, de modo que la tierra de Egipto y toda la tierra de Canaán desfallecieron a causa del hambre.

No había pan... Esto probablemente se refiere al segundo año de la hambruna ( Génesis 45:6 ),cuando se agotaron las pequeñas reservas de los individuos o las familias, y cuando el pueblo se había vuelto universalmente dependiente del gobierno. Al principio obtuvieron provisiones para pagar. Al poco tiempo el dinero falló.

Versículo 16. Y José... Da tu ganado. 'Este fue el curso más sabio que se pudo adoptar para la preservación tanto del pueblo como del ganado, que, siendo comprados por José, fueron mantenidos a expensas reales, y muy probablemente devueltos al pueblo al final de la hambruna, para permitirles reanudar sus labores agrícolas.'

Verso 20. La tierra pasó a ser de Faraón. El pueblo se desprendió de ella permanentemente bajo esa dinastía; porque Heródoto ('b. 2:, capítulo 109: cf. Diodoro Sículo, 1:, 73; Estrabón, 17:, con el "Antiguo Egipto" de Wilkinson, 1:, 263) habla de la tierra como si estuviera en posesión absoluta del monarca; y el relato del libro del Génesis explica cómo sucedió esto. Suponiendo que los acontecimientos descritos en él tuvieron lugar bajo la dinastía de los reyes pastores, "el pueblo" en este pasaje denotará a los egipcios; y esto explicará además la afirmación de Heródoto, de que Sesostris, el gran conquistador de la decimoctava dinastía, dio (o más bien restauró) al pueblo la tierra que los usurpadores les habían quitado (Drew's 'Scripture Lands').

Versículo 21. En cuanto al pueblo... El traslado, obviamente para la conveniencia de la gente del campo que no hacía nada, fue a las ciudades donde estaban situados los almacenes de grano.

Verso 22. Sólo la tierra de los sacerdotes... Estas tierras eran inalienables, ya que eran dotaciones con las que se mantenían los templos. Los sacerdotes recibían una asignación diaria de provisiones del Estado, y evidentemente habría sido el colmo de la crueldad retener esa asignación cuando sus tierras eran incapaces de ser cultivadas (cf. "Heródoto" de Rawlinson, b 2:, capítulo 37:, nota 4; también capítulo clxviii., nota 8).

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