Y las aguas se retiraban continuamente de sobre la tierra; y pasados ​​los ciento cincuenta días, las aguas se apaciguaron.

Retornado... continuamente,  literalmente, yendo y volviendo. La expresión debería traducirse, 'las aguas decrecían continuamente de sobre la tierra; y al cabo de los ciento cincuenta días las aguas habían calmado mucho.' Esta traducción elimina la supuesta contradicción entre el presente pasaje y ( Génesis 8:24) del capítulo anterior. La explicación geológica dada por Hugh Miller, y considerada por él coincidente con la declaración, "las aguas volvían de sobre la tierra continuamente", es que por la agitación de la tierra nuevamente, que produciría pendientes y canales, al final de 150 días las aguas que habían corrido de los mares hacia la región hundida central comenzaron a fluir hacia afuera, dejando todo el distrito en el estado en que ha permanecido desde entonces.

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