Pero tú no les cedas; porque de ellos le acechan más de cuarenta hombres, los cuales se han comprometido con juramento de no comer ni beber hasta haberlo matado; y ahora están listos, buscando por una promesa tuya.

Pero no les cedas; porque de ellos le acechan más de cuarenta hombres, los cuales se han comprometido con juramento de no comer ni beber hasta haberlo matado; y ahora están listos, esperando de ti una promesa.

Así, como suele ser el caso con el pueblo de Dios, no llegó la liberación hasta el último momento, cuando el complot estuvo todo preparado. Al enterarse de esta conspiración, el tribuno, ordenando silencio a su delator, envía a Pablo por la noche a Cesarea, con una fuerte escolta, con una carta exponiendo las circunstancias a Félix el Procurador, para que, como gobernador civil de la provincia, pueda traer él a juicio. Se hacen arreglos para esto (23:22-35)

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