No verás un pueblo feroz, un pueblo de habla más profunda de lo que puedes percibir; de lengua tartamuda, que no puedes entender.

No verás pueblo feroz. A los asirios no se les permitirá entrar en Jerusalén. O, ya no verás enemigos feroces amenazándote como antes: como los asirios, los romanos y la última hueste anticristiana que aún está por asaltar a Jerusalén.

Un pueblo de un habla más profunda de lo que puedes percibir, es decir, de un lenguaje ininteligible.

De lengua tartamuda, extranjera, bárbara. La lengua asiria solo difería del hebreo en el dialecto; pero en las levas asirias había muchos de raza e idioma no semíticos, como los medos, elamitas, etc. (nota.)

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