Pero tú no me has invocado, oh Jacob; mas tú te cansaste de mí, oh Israel.

Pero tú no me has invocado, oh Jacob. El pueblo de Israel, sin embargo, no debe pensar que estos favores divinos se deban a su propia piedad hacia Dios. Entonces el creyente.

Te has cansado de mí, ( Amós 8:5 ) Aunque 'no te he cansado'  sin embargo, "te has cansado de mí".

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad