Ahora pues, moradores de Jerusalén y varones de Judá, juzgad, os ruego, entre mí y mi viña.

Y ahora, oh habitantes de Jerusalén ... juzguen. Apelación de Dios a sí mismos, como en, Entonces Jesucristo, en, aludiendo en la forma misma de expresión a esto, les hace sentenciarse a sí mismos: "Cuando venga el Señor de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores? su viña a otros labradores, los cuales le darán los frutos a su tiempo.

"Dios condena a los pecadores "por su propia boca".

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