Cortad al sembrador de Babilonia, y al que maneja la hoz en tiempo de siega; por miedo a la espada opresora se volverán cada uno a su pueblo, y huirán cada uno a su tierra.

Cortad el sembrador de Babilonia. Babilonia tenía la extensión más bien de una nación que de una ciudad. Por lo tanto, dentro de la muralla de la ciudad se cultivaba grano suficiente para un largo asedio (Aristóteles, "Polémicas", 3: 2; Plinio, 18: 17). Los conquistadores suelen perdonar a los agricultores, pero en este caso todos por igual debían ser "cortados".

Por miedo a la espada opresora - a causa de la espada del opresor.

Se volverán cada uno a su pueblo - del que habían sido trasladados a Babilonia desde todas partes por los conquistadores caldeos.

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