Los hombres poderosos de Babilonia han renunciado a luchar, se han quedado en sus bodegas: su poderío ha fracasado; se han vuelto como mujeres: han quemado sus moradas; sus cerrojos están rotos.

Los valientes de Babilonia han renunciado a combatir, pues la ciudad no fue tomada por la fuerza de las armas, sino por estratagema, según el consejo dado a Ciro por dos eunucos de Belsasar, que desertaron.

Se han quedado en sus bodegas - sin atreverse a salir a luchar; muchos, con Nabonnidus, se retiraron a la ciudad fortificada Borsippa.

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