Y harás a Hai y a su rey lo mismo que hiciste a Jericó y a su rey; sólo que sus despojos y su ganado los tomaréis como presa para vosotros; ponle una emboscada a la ciudad detrás de ella.

Ponedle una emboscada a la ciudad. Dios le aseguró su captura, pero le permitió seguir su propia táctica para obtener la posesión.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad