Sí, ¿y por qué ni siquiera de vosotros mismos juzgáis lo que es justo?

Sí, ¿y por qué ni siquiera de vosotros mismos juzgáis lo que es justo? Podrían decir: Para hacer esto se requiere más conocimiento de las Escrituras y de la Providencia del que poseemos; pero Él los envía a su propia conciencia, como suficiente para mostrarles quién era Él y ganarlos para el discipulado inmediato.

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