Tú conoces los mandamientos, no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no levantarás falso testimonio, honrarás a tu padre ya tu madre.

Tú conoces los mandamientos. En Mateo (19:17-18) esto se da más plenamente: "Pero", pasando de ese punto, "si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Él le dice: ¿Cuál?" - como si Él hubiera dicho: 'Señálame uno de ellos que no haya guardado'. "Jesús le dijo:

No cometerás adulterio, no matarás, no hurtarás, no levantarás falso testimonio, honrarás a tu padre ya tu madre. Nuestro Señor se limita deliberadamente a los mandamientos de la llamada segunda tabla de la ley, que él consideraría fáciles de guardar, enumerándolos todos, porque en, "No defraudes" representa el décimo mandamiento; de lo contrario, el octavo se repite dos veces. En Mateo se añade el resumen de esta segunda tabla de la ley: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo", como para ver si se atrevería a decir que lo había guardado.

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