Y ahora, oh sacerdotes, este mandamiento es para vosotros.

Y ahora, oh sacerdotes, este mandamiento es para vosotros. Los sacerdotes en particular son reprendidos, ya que su parte era haber guiado correctamente al pueblo y reprendido el pecado, mientras que lo alentaron y lo indujeron al pecado. Los ministros no pueden pecar ni sufrir solos. Arrastra a otros con ellos si se caen (Moore).

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