Pero él respondió y dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada.

Pero él respondió y dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada. ¡Están ofendidos, verdad! No le hagáis caso: su enseñanza corrupta ya está condenada; el Jardín del Señor sobre la tierra, demasiado tiempo estorbado con su presencia, aún será purgado de ellos y de su sistema maldito; sí, y todo lo que no sea plantado por mi Padre celestial, el gran Labrador, compartirán el mismo destino.'

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad