¿Aún no entendéis que todo lo que entra por la boca va al vientre, y se echa fuera en la corriente?

¿Aún no entendéis que todo lo que entra por la boca ... Aunque estos dichos ahora se han vuelto familiares, qué libertad de la esclavitud a las cosas externas proclaman, por un lado, y por el otro, cuán escudriñadora es la verdad? lo cual expresan: que nada de lo que entra de afuera puede en verdad contaminarnos; y que sólo el mal que está en el corazón, que se permite que se mueva allí, que se levante en el pensamiento y el afecto, y que fluya en la acción voluntaria, ¡realmente contamina al hombre!

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