De cierto os digo, que todo lo que atéis en la tierra, será atado en los cielos; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en los cielos.

De cierto os digo, que todo lo que atéis en la tierra, será atado en los cielos; y todo lo que desatéis en la tierra será desatado en el cielo. Aquí, lo que se había concedido poco tiempo antes a Pedro solamente, se extiende claramente a todos los Doce; de modo que sea lo que sea que signifique, no significa nada especial para Pedro, y mucho menos para sus supuestos sucesores en Roma. Tiene que ver con la admisión y el rechazo de la membresía de la Iglesia. 

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