Oyéndolo Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.

Pero cuando Jesús oyó [eso], les dijo: a los fariseos y a los escribas; dirigiéndose a ellos, aunque ellos se habían negado a dirigirse a él.

Los que están sanos no necesitan médico, sino los que están enfermos - 'Vosotros os consideráis sanos; Mi misión, por tanto, no es para vosotros: el negocio del médico es con los enfermos; por eso como con publicanos y pecadores.' ¡Oh, qué miríadas de corazones quebrantados de almas enfermas de pecado han sido atados por este dicho incomparable!

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